Sunday, August 19, 2007

LOVE IN HELL I



THE SUPREMES MY WORLD IS EMPTY WITHOUT YOU (1966)

My world is empty without you, baby
My world is empty without you, baby

And as I go my way alone
I find it hard for me to carry on
I need your strength
I need your tender touch
I need the love, my dear
I miss so much

My world is empty without you, baby
My world is empty without you, baby

From this old world
I try to hide my face
But from this loneliness
There's no hiding place
Inside this cold and empty house I dwell
In darkness with memories
I know so well

I need love now
More then before
I can hardly
Carry on anymore

My world is empty without you, babe
Without you, babe
(My world is empty) without you, babe

My mind and soul
Have felt like this
Since love between us
No more exist
And each time that darkness falls
It finds me alone
With these four walls

My world is empty without you, babe
Without you, babe
(My world is empty) without you, babe

Without you, babe
Without you, babe

Thursday, August 16, 2007

BABY TORTOISE




Ya lo decia Lawrence: "¡Tu sabes lo que es nacer solo, Pequeña tortuga!"

You know what it is to be born alone,
Baby tortoise!

The first day to heave your feet little by little from
the shell,
Not yet awake,
And remain lapsed on earth,
Not quite alive.

A tiny, fragile, half-animate bean.

To open your tiny beak-mouth, that looks as if it would
never open
Like some iron door;
To lift the upper hawk-beak from the lower base
And reach your skinny neck
And take your first bite at some dim bit of herbage,
Alone, small insect,
Tiny bright-eye,
Slow one.

To take your first solitary bite
And move on your slow, solitary hunt.
Your bright, dark little eye,
Your eye of a dark disturbed night,
Under its slow lid, tiny baby tortoise,
So indomitable.

No one ever heard you complain.

You draw your head forward, slowly, from your little
wimple
And set forward, slow-dragging, on your four-pinned toes,
Rowing slowly forward.
Wither away, small bird?
Rather like a baby working its limbs,
Except that you make slow, ageless progress
And a baby makes none.

The touch of sun excites you,
And the long ages, and the lingering chill
Make you pause to yawn,
Opening your impervious mouth,
Suddenly beak-shaped, and very wide, like some suddenly
gaping pincers;
Soft red tongue, and hard thin gums,
Then close the wedge of your little mountain front,
Your face, baby tortoise.

Do you wonder at the world, as slowly you turn your head
in its wimple
And look with laconic, black eyes?
Or is sleep coming over you again,
The non-life?

You are so hard to wake.

Are you able to wonder?
Or is it just your indomitable will and pride of the
first life
Looking round
And slowly pitching itself against the inertia
Which had seemed invincible?

The vast inanimate,
And the fine brilliance of your so tiny eye,
Challenger.

Nay, tiny shell-bird.
What a huge vast inanimate it is, that you must row
against,
What an incalculable inertia.

Challenger,
Little Ulysses, fore-runner,
No bigger than my thumb-nail,
Buon viaggio.

All animate creation on your shoulder,
Set forth, little Titan, under your battle-shield.
The ponderous, preponderate,
Inanimate universe;
And you are slowly moving, pioneer, you alone.

How vivid your travelling seems now, in the troubled
sunshine,
Stoic, Ulyssean atom;
Suddenly hasty, reckless, on high toes.

Voiceless little bird,
Resting your head half out of your wimple
In the slow dignity of your eternal pause.
Alone, with no sense of being alone,
And hence six times more solitary;
Fulfilled of the slow passion of pitching through
immemorial ages
Your little round house in the midst of chaos.

Over the garden earth,
Small bird,
Over the edge of all things.

Traveller,
With your tail tucked a little on one side
Like a gentleman in a long-skirted coat.

All life carried on your shoulder,
Invincible fore-runner.

Gracias Miriam

Wednesday, August 15, 2007

SECOND LAYER



SECOND LAYER

323 Archway Road

Highgate
London
N6 5AA

Ya esta abierto Second Layer!

Ahora si que no hay excusa para no ir a ver discos de ruidaco y demas por Londres y ademas con un 15% de descuento hasta el final de septiembre. Por fin una tienda con mas material raro que de saldo. Ya hacia falta algo asi para los que nos gusta patearnos las tiendas de música de la ciudad. En Londres cada vez quedan menos sitio con personalidad y que no sean parte de una cadena de segunda mano. Esperemos que la cosa aguante, ahí tenemos al sound 323 tambien.

Monday, August 13, 2007

Saturday, August 11, 2007

ELVIS



Hilario J. Rodriguez

Ya sabemos que buena parte del universo que describían las películas de los años cincuenta y principios de los sesenta era puro cartón piedra, un enorme escenario donde se escenificaba un tipo de vida llena de artificio e hipocresía, muy parecida a la de El show de Truman (1998, Peter Weir). Su engañosa apariencia, como si todo estuviese en su sitio, se resquebrajó en poco tiempo, poniendo al descubierto la fealdad que había bajo la superficie. Ahora no hace falta que nadie nos cuente cuál era la auténtica
orientación sexual de Rock Hudson, pese a verlo tan acaramelado con Doris Day en películas como Pijama para dos (1959, Michael Gordon); ni siquiera es preciso que alguien venga a contarnos que los bomberos en aquella época no sólo se dedicaban a bajar gatos encaramados en la rama más alta de un cedro o que el repartidor de la leche no siempre tenía una sonrisa dibujada en el rostro. Tampoco necesitamos que se nos cuente cómo fue el último acto en la vida de Elvis Presley, porque a estas alturas lo conocemos todos: murió en 1977, con sobrepeso y consumido por los barbitúricos, que en lugar de consuelo le hicieron delirar durante sus últimos años, en los que solía interrumpir los conciertos con largos e incomprensibles monólogos.

Mostrar superioridad hacia el pasado nos impediría disfrutar de muchas cosas e incluso podría privarnos de entender el presente. Si no somos un poco cómplices de sus embustes y manipulaciones, no serviría de nada que viésemos Paraíso hawaiano (1965, Norman Taurog), Chicas!, Chicas!, Chicas! (1962, Norman Taurog), El ídolo de Acapulco (1963, Richard Thorpe) o Cita en Las Vegas (1964). Quizás ni siquiera podríamos sentirnos a gusto moviéndonos al compás de canciones como Love Me Tender, Jailhouse Rock, It?s Now or Never, Are You Lonesome Tonight?, Return to Sender o In the Ghetto. No hace falta ser conscientes de los embustes y manipulaciones de nuestro propio tiempo para ver ahora mismo con auténtico placer las películas de Elvis Presley o para seguir disfrutando con su música.

Buena parte de cuanto sabemos en la actualidad no nos hace más sabios o menos ingenuos que los primeros fans de Elvis Presley cuando aplaudían entusiasmados sus conciertos o el estreno de cada una de sus películas. Al fin y al cabo, puede ser que hayamos cambiado el ropaje de la rebeldía pero también nosotros seguimos aplaudiendo los conciertos y las películas de Eminem, Justin Timberlake o Bebe. Los héroes de nuestro tiempo siguen negando y cuestionando la realidad en la misma medida en que la negaba y cuestionaba Elvis Presley con sus papeles de conquistador nato; el séptimo arte sigue ofreciendo hoy imágenes engañosas de lo que significa ser bello o maldito, de lo que verdaderamente quiere decirnos el actor o cantante que interpreta al personaje de una película cualquiera.

Antes de aceptar que la historia de Elvis Presley es idéntica a la de tantos otros cantantes que probaron suerte en el mundo del cine, como Frank Sinatra o Dean Martin, deberíamos pararnos a pensar un poco. Valdría la pena que recordásemos lo difícil que resulta a veces sobrevivir en varios frentes, sobre todo si pertenecen al mundo del espectáculo. Y no estaría mal que también tuviésemos en cuenta las implicaciones de la fama, las contraprestaciones que sufren quienes la disfrutan. ¿Qué sabemos la mayoría de nosotros acerca del precio de la popularidad en un universo tan despiadado y exigente como el del séptimo arte? La imagen que uno arrastra no siempre proporciona una amplia capacidad de maniobra. Elvis Presley sabía algo al respecto. Basta con comparar sus primeros papeles en El rock de la cárcel (1957, Richard Thorpe), El barrio contra mí (1958, Michael Curtiz) y, muy especialmente, Wild in the Country (1961, Phillip Dunne) con los que interpretó más tarde, para apreciar ciertas diferencias.

De la misma forma que el todavía popular Andy Griffith tuvo que contentarse con aceptar inofensivos papeles a partir de Un rostro en la multitud (1957, Elia Kazan), al comprobar cómo el público que le había aplaudido con anterioridad en sus conciertos se negaba a verlo interpretar personajes ambiguos, que contraviniesen su imagen como músico; Elvis Presley tuvo que olvidarse muy pronto de hacer buenas películas, para dedicarse en adelante a fingir delante de las cámaras y sonreír como un bobalicón, rodeado de chicas en los escenarios más improbables, escondiendo la parte más oscura de su personalidad.

Resulta curioso que el aumento de popularidad y riqueza a Elvis Presley no le sirviese más que para ir perdiendo progresivamente su libertad creativa. La ecuación, sin embargo, es bastante frecuente entre actores y cantantes. Un éxito desproporcionado interpretando a un humilde chico que consigue abrirse camino en el mundo a menudo obliga a repetir el mismo papel en el futuro, una y otra vez, una y otra vez? Elvis Presley vivió esa maldición. Él mismo comprobó cómo sus películas más ambiciosas eran rotundos fracasos y cómo las comedias musicales le devolvían el favor de los espectadores, a quienes nunca llegó a comprar por completo, ni con su prodigiosa voz ni con su gran encanto personal.

El brillante documental Elvis 56 (1987, Alan y Susan Raymond) establece un par de teorías sobre la carrera de Elvis Presley, aunque la más brillante es la que fija su absoluta decadencia como actor y cantante en 1968, cuando hizo una aparición en el programa de Steve Allen para su Comeback Special. Lo que el documental enfatiza es el hecho de que su apariencia había dejado de ser la de antaño. Ya no era el mismo muchacho con brillantina en el pelo y el aspecto rockabilly de sus inicios, sino alguien dispuesto a autoparodiarse con un sombrero de copa sobre su cabeza. Por supuesto, desde nuestra perspectiva podríamos añadir que posiblemente su mayor error entonces consistió en aparecer en uno de esos programas televisivos donde todo el mundo pierde gran parte de su autenticidad.

El impacto que causó Elvis Presley en los años cincuenta fue similar al de un terremoto. La era Eisenhower, segregacionista y conservadora, vivió con sus canciones, bailes y películas una verdadera conmoción. Hasta cierto punto, era un aviso de que los tiempos estaban cambiando, como luego dejaría muy claro la contracultura. Un artista tan transgresor como Elvis, capaz de mezclar el rhythm and blues con la música country (un combinado que abrió las puertas del rock and roll), había comenzado a borrar las severas líneas de demarcación que por aquel entonces separaban a la sociedad estadounidense, a negros de blancos, a evangelistas de baptistas, a ricos de pobres, la alta cultura de la cultura popular...

Lo que nos queda ahora mismo de Elvis Presley disperso en el mundo del cine no son sólo sus primeros intentos para convertirse en un actor serio y respetable, algo que puso de manifiesto con su papel de mestizo en el western de Don Siegel Estrella de fuego (1960), su mejor interpretación; además, contamos con algunos conciertos grabados y un sinfín de canciones suyas en las bandas sonoras de algunas de las mejores películas de la historia. Nadie duda de que sería preferible tenerlo con nosotros, vivo y todavía lo bastante ágil para bailar con el enloquecedor ritmo del comienzo de su carrera, pero poder recordarlo a través de sus películas y de su música es mejor que nada.

Research:
Peter Guralnick Last Train to Memphis (1994)
Jim Jarmusch Mistery Train (1989)

Friday, August 10, 2007

DEDICADO A PAUL RUTHERFORD



EVAN PARKER + JOHN EDWARDS + TONY MARSH LIVE AT THE VORTEX (2007.08.09)

Ayer me levantaba con el convencimiento de que vería a la tarde a PG Six y James Blacksaw. Doce horas mas tarde me encontraba frente a frente con Evan Parker. Londres tienes estas cosas, hay mas conciertos en un mismo día de los que uno puede abarcar y entonces debe elegir.

El Vortex es una pequeña sala, no mas de 30 personas entraban sentadas, que lleva haciendo conciertos durante veinte años, aunque su programacion es mas bien poco interesante, la mayoria es jazz blandito y amanerado, tambien se pueden ver cosas un poco mas subidas de tono. El concierto de ayer estuvo realmente bien, me sorprendio Tony Marsh, la primera vez que le vi no me sedujo tanto, aqui la fuerza que imprimio a la bateria guio el concierto mas hacia el free que a la improvisacion inglesa.

En la primera parte del concierto el sonido de Parker fue bastante melódico y por momentos me recordaba al Coltrane de la última etapa. John Edwards no deja de sorprenderme, cada actuación que le veo me parece un poquito mejor, el solo que tuvo ayer en el primer pase fue algo mágico, es difícil ver a otra persona tocar su instrumento con la dureza y el amor que el demuestra, golpes, giros y movimientos se vuelven uno para sacar al contrabajo una música celestial, esos cinco minutos fueron sin duda un highlight. Si los primeros cuarenta minutos fueron excelentes, la segunda parte fue un poquito mas alla, Evan Parker lo definía muy bien señalando a Edwards al terminar el concierto y diciendo: "Two Shirts". Magnifica la fiereza con que se desenvolvio el grupo, comenzando con leves aproximaciones a sus instrumentos y degenerando en otro excelente tema de casi cincuenta minutos! con ataques al saxo de una duracion inusitada.

Al ir de camino, el Vortex estaba a diez minutos andando desde la casa donde vivo, Diego se sorprendia de mi estado de excitacion: "parece que vamos a la feria, como si fueras a montar en El Pulpo". Ayer volvi a ser a niño durante dos horas.

Paul Rutherford RIP
Paul Rutherford Trio Live in NYC, Vision Festival 2006

Monday, August 06, 2007

NIPPLES



THE PETER BRÖTZMANN SEXTET/QUARTET NIPPLES (1969, CALIG-VERLAG 30 604)

Peter Brotzmann
Evan Parker
Derek Bailey
Han Bennink
Buschi Niebergall
Fred Van Hove

Tenía en mente hablar del Nipples de Brotzmann, pero a uno en un momento se le va la mano con esto de internet y que si para arriba o para abajo, da con gente tan tan tan sensacional como Masakazu Yamasita, un person digno de estudio.



Coleccionista compulsivo de jazz, experimentador nato en el uso de instrumentos de cuerda, amante del buen fumar cuya tremenda colección de pipas atestigua y un apasionado de los animales. Precisamente lo que mas me atrae del amigo es esa sucesion de imagenes de inencontrables de la improvisacion y la fire music junto con gatunos, tortugas, lagartijas, babosas de filiacion pop, anfibios y esos paisajes que solo pueden disfrutarse en Japon. En la pagina se pueden encontrar tambien escaneos de un manga del 70 de Kazuhiko Miyaya, una historieta donde se entrevee el Sidewinder de Lee Morgan.

El tipo me ha caido muy bien.

Viva los japos enrrollados!



IMAGENES:
Algunos de los discos de la coleccion del amigo VER
Discos donde sale él VER
Fotos de un directo entre los arboles VER

Saturday, August 04, 2007

PERCUSSION MUSIC



De oca a oca y tiro porque me toca. Tenia entre mis archivos una grabación de un concierto de Steve Reich en la Universidad de Berkeley, alla por 197o, y buscando información por internet me fui a topar con que la grabación pertenecía a una labor de rescate mas extensa que esta llevando a cabo Charles Amirkhanian en una de esas increíbles radios que uno encuentra de tanto en tanto en internet. radiOM recopila en pequeñas dosis el enorme archivo de la KPFA-FM, una de las radios que fue pionera en ser sufragada por los propios oyentes y que a través de los años ha atesorado uno de los tesoros mas ricos de la música americana, la digitalizacion de mas de 4000 cintas dan fe de ello. aquí se pueden encontrar recitales por el centenario de Gertrude Stein, entrevistas con Dick Higgins o Stockhausen, programas especiales sobre el gamelan con invitados como Lou Harrison...

La grabación que encabeza este post es una de las cosas mas bellas y enigmáticas que uno pueda oir, perteneciente a la colección del propio Harrison, estos sonidos nos acercan a una manera de entender la música altamente rica en matices y timbres, sonidos y apropiaciones de culturas que suponen la génesis de una cultura americana que en esos años era mas que permeable a la recepción de miradas lejanas.

"The pieces on these recordings represent the core of the West-Coast experimentalist group (I know, I know, Harry Partch; but he was off on his own very different journey): Lou Harrison’s Counterdance in Spring, Henry Cowell’s Pulse, two movements from Cage’s own Trio, Johanna M. Beyer’s Tactless and Endless, William Russell’s Three Cuban Studies, and again Harrison with his Fifth Simfony. You just can’t get much closer to sitting in on the roots of this exciting period." Steve Layton

Other Minds en Archive OIR

Wednesday, August 01, 2007

LONDON IS THE PLACE FOR ME



VARIOUS ARTISTS LONDON IS THE PLACE FOR ME 2: CALYPSO KWELA HIGHLIFE AND JAZZ FROM YOUNG BLACK LONDON (2005, HONEST JONS)

Quien va diciendo que Londres no mola!

Aquí os presento mi jardín hace una horita, que bien se esta cuando hace solecito y corre un aire que te pone los pelos de punta.

Y aun faltan por llegar mil y un conciertos y excursiones

YUJU!